Aquí estoy, Greatest, un martes de mediodía escribiendo este newsletter y con una resaca no tan grande, pero que sí molesta. Porque como sabes, usualmente los lunes me voy a tomar cervezas con mis compañeros de mis clases de inglés. Y anoche me excedí.
Que, por cierto, ninguno vio la pelea entre Canelo Álvarez y Gennady Golovkin. Aunque no significa que no haya generado ruido aquí en Australia. Y es que pregunté al bartender y a otras personas, y sí estuvieron interesados, o cuando menos sabían que habían peleado un día antes (porque el combate fue en domingo aquí).
Y qué pelea tan decepcionante, ¿verdad?
En primera porque, aunque generalmente trato de destacar las cualidades del Canelo Álvarez, esa noche se vio peor que contra Bivol, si me lo permiten.
Y aquí te explico por qué…
Porque contra Bivol se entendió que no estaba al nivel de la división y del alcance del rival. Comprensible.
Pero el pasado fin de semana ni siquiera lució contra un rival de 40 años, que estaba en otro peso y que prácticamente se subió a recibir golpes.
Y de Golovkin qué más se puede decir. Una actuación indigna para un peleador de élite.
Pero aquí es cuando se resalta la crítica hacia el Canelo, y que, ahora sí, está justificada.
Porque como dijo mi amigo Víctor López en un grupo de Whatsapp, decir que la carrera del Canelo era comprada era muy del 2010.
El Canelo es buen boxeador, tiene bastantes cualidades…
Sin embargo, lo del fin de semana pasado no tiene defensa. Porque aunque ganó, lo hizo sin convencer, sin corregir las dudas que había dejado contra Bivol.
Pero lo peor del caso, es que parece que esa parte no la terminan por aceptar en el equipo del Canelo.
Que, está bien, creo que muchas veces los señalamientos fueron exagerados, pero los de ahora sí están respaldados.
Y luego está el tema del Bandera Roja…
Porque resulta que ahora Canelo le juzga los rivales a David Benavídez, pero está mal si la afición hace lo mismo con él.
¿Cuándo se aplica entonces eso? ¿A conveniencia? ¿O cuál será la verdadera razón por la que Canelo descarte a Benavídez?
¿O por qué Canelo sí puede pelear contra Yildirim y David está mal si se mide con Lemieux?
Y además, el pobre espectáculo ofrecido por Canelo y GGG no fue lo único triste de la velada, pues lo fue también el desempeño del Bam Rodríguez.
Que no tendría por qué ser tan dura la crítica con él…
PERO su pelea fue complicada, nada fácil ante un rival que parecía cómodo para alguien a quien se le empezó a posicionar como una nueva eminencia boxística, por el hecho de haber vencido a dos veteranos como Cuadras y Rungvisai.
De hecho, hasta se hizo creer que Rodríguez aplastaría al Gallo Estrada y al Chocolatito González…
pero viendo lo del fin de semana anterior, yo tengo mis dudas.
Así que fue una función que no cumplió con las expectativas, y que analizando ya bien el asunto, me terminaron estafando porque además de que pago mi suscripción mensual de DAZN, tuve que pagar 50 dólares extras por ver una trilogía que me prometieron sería histórica, y acabó siendo horrible.
¿A ti qué te pareció la pelea?
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Greatest, y como ya sabes, si buscas una lectura corta sobre boxeo, te dejo mi novelita El guantes de cobre Balbino, basada en hechos reales, pero con buena ficción. Sin duda, mucho más entretenida que la #CaneloGGG3 y mucho más barata (cuesta como tres dólares)
¡GRACIAS por tu apoyo y nos vemos pronto!