Ahora todos los youtubers quieren ser boxeadores
... Y "de la que me salvé" de Muhammad Ali
Hoy quiero compartir contigo dos asuntos totalmente diferentes, pero relacionados al boxeo.
Primero lo primero, y es que el fin de semana que pasó, Kym y yo estábamos acostados, listos para dormir y, tal como lo hacemos todas las noches, jugamos al Wordle.
Comenzamos en inglés, luego en español, posteriormente el de tildes y por último el contrarreloj (en este hemos acertado ocho, es nuestro máximo).
Y resulta que mientras jugábamos, nos apareció un anuncio de un evento en vivo, ahí en el juego para que veas de la relevancia, y me preguntó, “¿qué es velada?”.
Como no entendió mi explicación, le dio clic y nos dirigió a la transmisión La velada del año 2.
Se trataba de la función de boxeo anual a través de stream que organiza Ibai, el famoso creador de contenidos.
Si no estás enterado, te explico rápido: se tratan, en general, de peleas de boxeo entre youtubers o creadores de contenidos y son transmitidas por Youtube o Twitch.
Hay cosas interesantes para rescatar, por ejemplo que la mexicana Ari Gameplays ganó su pelea ante la española Paracetamor.
Lo curioso es que nuestra compatriota fue entrenada por Julio César Chávez.
Pero en números, la función aparentemente fue un exitazo: pues la transmisión en vivo fue vista por más de 3 millones de personas.
Ahora, ¿se cuestiona la calidad de las peleas? Totalmente, pero se comprende que se hace por mero entretenimiento.
Lo que sí, es que seguimos notando que el boxeo sigue llamando la atención de los creadores de contenidos.
Algo raro, ¿no lo crees? Pero, ¿a qué crees que se deba que ahora los youtubers quieran ser boxeadores?
Y lo otro que me sucedió, y de la que me salvé, es que justo este día vi en el Instagram de Muhammad Ali que estaban vendiendo un artículo de edición limitada sobre The Greatest.
No creas que soy un comprador compulsivo, pero no te mentiré que sí me llamó la atención, pues se tratan de un tipo de “muñecos coleccionables”. O eso pensé.
Así que me metí para ver cuánto costaban y cómo podía conseguir uno, y había tres opciones; $125 dlls, $250 dlls y $2,500 dlls.
Ya te podrás imaginar que descarté los dos últimos, aunque si te soy honesto, no miré diferencia alguna entre los tres, es decir, “los muñequitos” me parecieron los mismos.
Pensé que, como se viene mi cumpleaños, podría darme un gustito, pero afortunadamente vi que ese producto no está a la venta en donde me encuentro actualmente.
O tal vez es que no puedo comprarlo en donde me localizo hoy en día.
Ya al final, casi al salir de la página, observé que se trataban de unos NFT.
¿Y qué es un NFT? Eso es lo que quiero compartir contigo en esta edición del newsletter, Greatest.
En pocas palabras, el NFT es un objeto virtual al que tienes acceso, pues sólo virtualmente.
O sea, si hubiera comprado el NFT de Muhammad Ali, jamás me habría llegado un muñequito a mi departamento para ponerlo en mi librero, a lado de los de Pennywise.
Que eso era lo que yo quería.
Simple y sencillamente hubiera pagado 125 dlls por tener acceso a un servidor donde se encuentra ese NFT.
Bueno, eso es lo que entendí.
Y aunque suene raro, al menos para mí, vi que algunos ya se habían agotado.
Cosas del futuro, ¿verdad?
¿Pero sabes qué es lo importante de todo esto?
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Es que El guantes de cobre Balbino, la novela corta que escribí sobre boxeo, sí es tangible y cuesta mucho, pero muchísimo menos que el NFT del Más Grande. Ya el valor que le demos, depende de cada uno de nosotros. :)
Gracias por leer esta edición de El Greatest Newsletter. ¡Nos vemos pronto!